«¡Oh, rosecilla roja!»

Han pasado 562 días desde que subí la última entrada (sin contar con «Feliz» navidad de parte de Gustav, aquello fue un intento de empujón para seguir escribiendo en este blog, algo que no funcionó). Me veo con ganas de escribir aquí, como no, por culpa de nuestro querido Gustav. Mucha gente me pregunta por qué me gusta tanto este compositor. La verdad es que nunca sé qué responder. Siempre digo que me gusta porque su música habla de cualquier cosa sin necesidad de palabras, algo que es cierto, pero nunca me quedo satisfecho diciendo esto. Yo siempre sé que hay algo más, y ese “algo” no sé explicarlo con palabras. Con el tiempo me he dado cuenta de que escuchar Mahler en directo me da el significado de ese “algo” que tanto necesito saber. Esa es la razón por la que estoy un «poquito» obsesionado con Mahler. Porque nunca me canso de él, siempre quiero más. Su música conecta conmigo al segundo en que escucho algo suyo. Hoy, en el Kursaal, por ejemplo, me he emocionado, me he enfadado, me he quedado sin respiración, me he enamorado, me he reconciliado con el mundo, de pronto me habría gustado que la raza humana se extinguiera, he recordado momentos que pensaba que estaban encerrados en un cajón oscuro para siempre… 

«Feliz» navidad de parte de Gustav.

«Ayer pasé una triste Nochebuena, una vez más solo en casa, observando cómo brillaban en todas las ventanas de las casas, velas y árboles de Navidad. Y entonces pensé en mi pobre gente, tristemente sentada en la oscuridad, esperando -y entonces me vi nuevamente contigo y con tu entrañable familia, ahora tan alejada de donde estoy […] –pero pronto dejé de observar nada pues un velo de humedad cubrió mis ojos y ese mundo a través del cual estoy destinado a caminar sin descanso quedó emborronado por unas furtivas lágrimas.»
Gustav Mahler a Friedrich Löhr, Leipzig, 25 de Dixiembre de 1886.

Música apalabrada

¡ATENCIÓN! Para entender mejor esta entrada recomiendo a mis queridxs lectorxs que lean antes Más allá de la música (ii) que se encuentra un poco más abajo. Si ya la has leído no me queda otra que OBLIGARTE a bajar hasta la entrada anteriormente citada porque estoy seguro de que ya has eliminado esa información de tu cabeza. Gracias ❤ (Queridos abuelos, para poder seguir leyendo tenéis que darle a Read more, que significa Leer más 🙂 )

Y esta vez… no me dejó dormir.

ATENCIÓN, TODO LO QUE SE CUENTA EN ESTA ENTRADA ES 100% REAL.
Me disponía a dormir el otro día cuando se me ocurrió la «brillante» idea de abrir mi nuevo reproductor de música ya que creí en aquel momento que me ayudaría a dormir. Me pregunté qué música poner para ayudarme a conciliar el sueño (en realidad no había nada que conciliar, el sueño ya lo tenía, pero me hacía ilusión estrenar mi regalo de cumpleaños). De pronto se me ocurrió la «genial» idea de poner el final de la Novena sinfonía de Mahler para quedarme dormido plácidamente en mi cama…

Más allá de la música (II)

La siguiente entrada es la segunda parte de el anterior post de este blog. Si no lo has leído te recomiendo que lo hagas para entender mejor mi opinión (que todo esto no deja de ser eso, una opinión con un amplísimo rango de subjetividad, eso sí, incluyendo argumentos).

Advertidxs de esto empezaré la entrada basándome en uno de los ejemplos más claros del significado narrativo que puede tener la música: La primera sinfonía de mi querido amigo Gustav Mahler, en concreto el tercer movimiento.

Más allá de la música (I)

La gente que no está acostumbrada a escuchar ni a estudiar la música «clásica» (por llamarla de alguna manera para que nos entendamos) no se cree, o no puede entender lo que puede estar detrás de la música, sin que esta sea programática (es decir, que no hay un programa escrito para entender qué es lo que nos quiere contar el autor con su música). Se pueden tocar infinidad de temas. Al ser un fanático de Mahler (lxs que me conocen lo saben perfectamente) puedo dar casos de este tipo de música en sus sinfonías. Por ejemplo:

¿Música «clásica»?

La pregunta es clara:

¿Hay que llamarle a todo el repertorio con lo que se toca con instrumentos creados hace muuchos años, «música clásica»? Yo creo que no. La música tiene diferentes épocas (música de la Prehistoria, Antigua, de la Edad Media, Renacimiento, Barroco, Clasicismo, Romanticismo, Impresionismo y música contemporánea -haciendo un resumen), por lo tanto, decir que lo que estamos escuchando es música clásica es decir que escuchamos música que se escribió entre 1750 y 1820 aproximadamente, y aplicar esto a casi toda la historia de la música me parece un error bastante grave. Lo correcto, según mi opinión sería denominar la música por su época: música barroca, clásica, romántica, impresionista o contemporánea, respetando la época, el autor y el estilo.

Pitido de oídos en Mahler 2??

<He tomado como afición escuchar música mientras leo la partitura.
El otro día estaba haciendo esto mismo con la Sinfonía 2 de Gustav Mahler. Me vi en la obligación de parar la grabación al llegar al nº de ensayo 36 (compás 190) del tercer movimiento, ya que justo en compás comienzan la flauta y el píccolo a tocar un Do durante quince compases. Esta nota no desarrolla ningún motivo después, ningún instrumento coge el relevo de estos dos instrumentos después de los quince compases… Puse otra vez la grabación para intentar averiguar de qué se trataba ese misterioso Do. No lograba entender por qué Mahler se molestó en escribir quince compases una nota a dos instrumentos si, según lo que yo pensaba, era una nota prescindible para la sinfonía. Luego recordé la famosa frase de Mahler, que decía: “La sinfonía es como el mundo, debe abarcarlo absolutamente todo”. Supe entonces que NADA era prescindible en una sinfonía “Mahleriana”. Volví a escuchar la grabación hasta que relacioné esa nota misteriosa con los clásicos pitidos de oídos que todxs alguna vez hemos experimentado. Supuse entonces que en el momento en el que Mahler compuso esa parte de la sinfonía le estarían pitando los oídos. Esa era mi hipótesis, pero no tenía ni idea de cómo demostrar que esto era cierto. Así que cerré el libro, guardé el disco y me puse a hacer otra cosa totalmente diferente. A la hora y media, más o menos, cuando ya no me acordaba de esa misteriosa nota, me pitaron los oídos. Rápidamente fui al piano y comparé la nota de mis oídos y la sorpresa llegó cuando la nota entonada por mis oídos era un afinadísimo do. Esto me dejó algo perplejo, ya que por lo menos tenía algo que defendiese que podía estar en lo cierto, que Mahler dejase plasmado en la partitura su situación auditiva, cosa que me parece extraordinario en un compositor. Hace unos días pregunté por Facebook qué nota generaban los oídos en mis amig@s. L@s que contestaron dejaron claro que no tod@s tenemos la misma nota en nuestros oídos ya que algunos escuchaban un mi, sib, sol…
Así que lo único que puedo sacar en “claro” de esto, aunque, nunca lo sabremos a ciencia cierta, es que a Gustav Mahler y a mí nos pitaban igual los oídos.>

Este es mi aportación al foro sobre Mahler online hace unos meses que podréis encontrar pinchando aquí (os dejo el link del foro, si buscáis un poco podréis encontrar esta misma discusión y las contestaciones). La duda sigue en el aire, la incertidumbre de saber si en el momento de componer ese pasaje a Mahler le pitaban los oídos, es total, y siendo algo pesimistas nunca lo sabremos con total seguridad 😥

Os dejo el fragmento, tanto en audio como en partitura:

Bienvenidx!

Bienvenidx queridx amigx.

He creado este espacio donde intentaré escribir cosas que me parezcan interesantes, todo -claro está- sobre Música, que es lo que a mi me apasiona. No sé si este proyecto puede llegar a tener futuro… no sé si se quedará en una simple anécdota, o llegará a gente que le interese este tema tanto como a mí. Pero lo cierto es que llevo días pensando en que quiero explicar a la gente todo lo que estoy descubriendo y aprendiendo sobre música en estos momentos. Debo confesar que hasta llegué a plantearme abrir un canal de Youtube… pero creo que esta es una idea mejor.

Un saludo virtual muy grande a TODXS, y espero no tardar en volver a escribir!

Pd: Os dejo una fotografía del compositor Nikolai Rimsky–Korsakov que incluye una frase suya, con la que no puedo estar más de acuerdo:

«No me había dado cuenta de que toda la música moderna se lo debe todo a Bach».